RECURSOS HUMANOS 08/03/2023 | 3 minutos de lectura #powerskills #aprendizajecontinuo #equiposdetrabajo #inteligenciaemocional |
Qué vas a encontrar: |
¿Qué son los power skills?
Las power skills o habilidades poderosas, son un conjunto de capacidades humanas que movilizan el actual mundo del trabajo. Son necesarias porque permiten a las personas desenvolverse y desarrollar sus tareas con competencias que las hacen más eficientes. Las power skills, según el facilitador y coach Daniel Colombo, “forman el pilar del talento personal y profesional”. En otras palabras, son las que determinan la forma en que nos relacionamos con los otros, con las responsabilidades y los proyectos, con la toma de decisiones y nuestras propias emociones.
Hablamos entonces, de habilidades personales que fortalecen el desarrollo profesional en el ámbito de trabajo y que son cada vez más demandadas por las empresas inteligentes, es decir, por aquellas organizaciones de prácticas ágiles que integran las tecnologías con los talentos humanos, potenciando el negocio de la forma más eficiente posible.
El poder de las habilidades humanas en el entorno digital
El sólo conocimiento técnico para desarrollar una tarea, no es suficiente en el entorno laboral actual. El valor agregado, en cualquier puesto, se encuentra en la forma (en términos de comportamiento) en que los colaboradores de las empresas ponen en acción concreta sus tareas, combinando los conocimientos técnicos que poseen, con sus habilidades personales. Las power skills, entonces, les permitirán a las personas resolver problemas, adoptar una actitud proactiva y tomar decisiones, comunicarse de manera efectiva y escuchar activamente, gestionar los tiempos y las emociones, trabajar en equipo y aumentar su productividad. Hablamos entonces de habilidades de empoderamiento, las cuales se apoyarán en la inteligencia emocional de las personas y permitirán su crecimiento profesional, y con él, el de los equipos de trabajo.
Ahora bien, sabemos que la transformación digital exigió cambios que se van haciendo cada vez más profundos en el mundo del trabajo, y han impactado hasta en la búsqueda y selección de talentos para desarrollar distintos roles en una organización. Hablamos de un escenario actual que comenzó a profundizarse con la pandemia, donde la necesidad de adaptarse a los cambios es permanente y se acrecienta. Es un entorno atravesado por la transformación tecnológica y la digitalización y, a su vez, por la complejidad, ambigüedad, incertidumbre y volatilidad. A este escenario se lo denomina entorno VUCA (volatility, uncertatinty, complexity, ambiguity) y es el marco en el que las organizaciones deben actualizarse. El desafío de hoy es adaptarse a los cambios y responder a ellos de forma efectiva y eficiente para competir en el mercado. En cuanto al entorno BANI, hace referencia a la fragilidad, la ansiedad, la impredecibilidad y la dificultad de comprensión del entorno a futuro, por lo que el entorno BANI ayuda a las empresas y los líderes a anticipar y prepararse para los cambios futuros, tanto en el ecosistema empresarial como social.
En este sentido, y entendiendo que el mundo actual está sujeto a cambios permanentes, es muy importante conocerlo y entenderlo para anticiparse a ellos y poder maniobrar en consecuencia. Una de las formas de anticipación que adoptan las compañías es llevar adelante acciones de formación y capacitación para poder entrenarse y prepararse para el presente, y, sobre todo, para el futuro. Las habilidades necesarias para desenvolverse son, sin dudas, las power skills. Ahora bien, ¿cómo se entrenan las habilidades poderosas?
5 claves para entrenar las power skills
Lo primero es entender que las power skills son habilidades sociales, competencias humanas, y como tales, estas formas de comportamiento se deben fomentar y promover para convertirlos en hábitos. Para aprender estos hábitos, debemos formarnos, entrenarnos para que generen un fuerte impacto, tanto en nuestro desempeño laboral como en nuestr vida personal.
Las power skills son necesarias en el mundo actual para cambiar la forma en la que nos comunicamos con otros, negociamos, tomamos decisiones en situaciones complejas, nos adaptamos a los cambios sobre la marcha de un proyecto, gestionamos los tiempos y las emociones, experimentamos las fallas y lo transformamos en una oportunidad de aprendizaje continuo. En definitiva, aprendemos a cambiar nuestra mentalidad frente a desafíos laborales y personales, poniendo en práctica y en acción las habilidades blandas, transformándolas en competencias poderosas para vincularnos con otros y con nosotros mismos. Las culturas organizacionales que promueven e impulsan estos hábitos de empoderamiento en sus líderes y colaboradores, son las empresas inteligentes. De acuerdo con la consultora Clap Capacitación, el entrenamiento de las power skills es “Una invitación a salir del modo automático para experimentar prácticas que impacten en el bienestar de personas y equipos”.
Entonces, la primera clave para impulsar las power skills y sumar valor agregado a los recursos humanos es que las compañías sean conscientes de la necesidad de invertir en la formación y entrenamiento de estos y, como segundo pilar, contar con un plan de formación, sustentado en el relevamiento de necesidades de capacitación interna de la compañía y de las competencias requeridas, que exige el mercado con el que compiten. Además, tanto las áreas encargadas de llevar adelante las acciones formativas, como los líderes deben conocer qué habilidades específicas necesitan ser desarrolladas de acuerdo al puesto, rol y equipo de trabajo. En cuanto al plan de entrenamiento, debe incluir objetivos claros y medibles, así como también, los recursos y actividades necesarias para alcanzarlos, siendo de gran utilidad los ejercicios prácticos, los estudios de caso, los workshops, la implementación del trabajo colaborativo, entre otros.
En cuanto al enfoque práctico, las power skills se aprenden mejor a través de la puesta en acción, esto se puede lograr planteando o simulando escenarios o compartiendo una problemática que luego puedan resolver utilizando las capacidades que estamos entrenando. Por ello, es importante que las actividades de formación sean prácticas relevantes y de aplicación al puesto de trabajo y a las tareas que realiza el equipo.
Proporcionar retroalimentación constante es otra de las claves para entrenar las power skills. El feedback y la retroalimentación constructiva y recíproca entre líderes y colaboradores, hará que los equipos ganen confianza y seguridad en el desarrollo de sus tareas, lo cual los hará seguir avanzando y afianzando lo aprendido.
Fomentar una cultura de aprendizaje continuo es fundamental. La misma, se irá forjando a medida que se capitalicen las fallas como experiencias de aprendizaje y mejora continua, como una forma de promover el desarrollo y el fortalecimiento de las habilidades en situaciones concretas.
En resumen, las power skills se entrenan en la medida en que las compañías permitan y fomenten culturas de aprendizaje y desarrollo continuo de sus colaboradores, valorando las competencias poderosas y no sólo los conocimientos técnicos. En otras palabras, es darle valor agregado al entorno laboral atesorando el componente humano que existe en ellos.