TRANSFORMACIÓN DIGITAL 18/04/2023 | 3 minutos de lectura #chatgpt #aprendizajeprofundo #IA #inteligenciaartificial |
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¿Qué es el chatGPT?
Entendiendo el entorno de cambios y saltos tecnológicos cuantitativos que estamos atravesando hace algunos años, podríamos afirmar que la inteligencia artificial (IA) se ha desarrollado en niveles y capacidades más complejas que otras tecnologías. Un ejemplo de ellas es el chatGPT (“Generative Pre-trained Transformer”), un prototipo de inteligencia artificial generativa, en el sentido de que se centra en la generación de contenido original.
Hablamos de un chatbot, una IA entrenada para mantener conversaciones en distintos idiomas. Este modelo es la última evolución de los sistemas de generación de textos y fue creada por OpenAI con un patrón de lenguaje ajustado con variadas técnicas de aprendizaje profundo. Su nivel de coherencia y conocimientos es bastante preciso y concreto en relación a sus versiones anteriores, aunque todavía presenta fallas y aspectos a mejorar, por lo que es muy importante ser cautelosos en su uso y en cuanto a la fiabilidad de sus respuestas. Es una tecnología disruptiva cuyo entrenamiento no cuenta con acceso a internet y sus contestaciones se limitan al lenguaje inteligente y a la exploración de los patrones conversacionales; por lo tanto, no es totalmente confiable.
Redes neuronales artificiales
Basado en una arquitectura de redes neuronales profundas, llamada Transformer, y de allí su denominación “Generative Pre-trained Transformer” (GPT), este modelo de lenguaje utiliza múltiples niveles de atención para capturar las relaciones entre las palabras de un texto o de frases, examinarlas y comprenderlas, de forma muy similar al sistema nervioso de las personas.
Dicha arquitectura neuronal consta de varias capas. Las primeras se ocupan de descomponer la entrada de texto en vectores de palabras donde cada uno de esos vectores representa un token en la secuencia. Luego, las capas posteriores o de atención analizan el texto y calculan la importancia relativa de cada palabra y su vinculación con las demás dentro del discurso. Por último, el modelo utiliza esta información para generar una respuesta de alta calidad, que puede ser una oración, una frase o algunos párrafos.
Durante el entrenamiento de este prototipo, se le presentan secuencias de texto y la tarea de la IA es predecir la siguiente palabra en la cadena. Este proceso se repite muchas veces con diferentes secuencias de texto (refuerzo) y, con el tiempo, el modelo de lenguaje aprende a prever palabras y frases cada vez más precisas y relevantes. Dicho de otro modo, su potencial para generar contenidos se basa en la capacidad para reconocer patrones y relaciones entre las palabras y los conceptos.
Se trata de una tecnología que puede procesar el lenguaje natural. Cuanta mayor cantidad y calidad de información procesa, mayor precisión en el patrón de respuestas brinda. GPT-4, también utiliza técnicas de pre-entrenamiento en grandes cantidades de datos, lo que le facilita aprender patrones complejos y relaciones en el lenguaje natural. Además, el modelo puede ajustarse continuamente en función de las interacciones con los usuarios, lo que le permite mejorar aún más su capacidad para procesar, comprender y responder preguntas. En otras palabras, esta inteligencia se entrena y se instruye permanentemente con técnicas de aprendizaje y de refuerzo.
A su vez, ChatGPT es un modelo que puede responder a una conversación en varios idiomas y traducir textos. Su mayor instrucción es el inglés ya que fue el lenguaje de mayor entrenamiento. Dicho por el propio chatbot:
Modelos inteligentes, el salto cualitativo
Si bien muchas veces se introdujo la idea de que la tecnología cambiaría el mundo tal como lo conocemos, lo relevante aquí es la tendencia creciente y constante en la aparición de ciencias aplicadas cada vez más innovadoras y disruptivas, como las inteligencias artificiales. El saber hacer tecnológico no sólo crece en cantidades, sino que estamos inmersos en un salto a nivel cualitativo. Hablamos de las potencialidades de las IA en el mundo actual, ya que cada vez esos saltos cualitativos, en términos de mejoras y perfeccionamientos de las posibilidades de una tecnología, se ejecutan en tiempos acotados, cada vez más ágiles y eficientes.
El chat GPT-4, cuenta con dos módulos; uno capaz de generar un texto a partir de las deducciones que mencionamos, y que responde al aprendizaje por refuerzo (entrenamiento) y un módulo de supervisión de datos masivos, intervenidos por humanos en etapas anteriores y que han enseñado a la inteligencia de qué forma autosupervisarse (módulo autoevaluarse). La herramienta fue mejorada a escalas más precisas que su versión anterior (GPT-3), gracias a la combinación más compleja de sus algoritmos. Es capaz, por ejemplo, de procesar imágenes al mismo tiempo que explicarlas.
Lo desafiante de esta tecnología entonces, en términos de salto cualitativo, es que se sigue mejorando a sí misma por medio de los entrenamientos, y que podría ser muy interesante si se instruyera para distintas cuestiones profesionales. Otra mirada sobre el desarrollo de este modelo es que debemos ser prudentes respecto de su uso y, sobre todo, no confiar completamente en sus respuestas porque, como hemos señalado, están basadas en entrenamientos y no prometen exactitud ni veracidad.
Integración al mundo del trabajo
En un reciente evento, Microsoft presentó su visión del futuro del trabajo combinando toda la tecnología de OpenAI en sus herramientas de Office: Outlook, Excel, Power Point y Word. Así, la compañía desplegó Office Copilot, la nueva tecnología que integra los programas que utilizamos diariamente en la oficina, con la inteligencia artificial de GPT4. Por ejemplo, se podrían resolver, analizar, procesar y crear documentos, calendarios a pedido del usuario, como así también responder nuestros mails, armar resúmenes y presentaciones. En otras palabras, la propuesta de Office Copilot nos haría repensar el mundo laboral, donde aprenderemos a integrar la tecnología para simplificarnos y automatizarnos tareas diarias, para dar paso a otro tipo de ocupaciones. Ahora bien, el desafío consiste en actualizarnos y comprender el uso estratégico de los modelos tecnológicos inteligentes, sin dejar de lado nuestro costado humano dentro mundo digital.
Desde hace tiempo, las personas y las computadoras estamos interactuando. Contamos con asistentes personalizados tales como Alexa (Amazon), Siri (Apple), Bixby (Samsung) y Google Assistant; pero ChatGPT podría representar un asistente que esté entrenado en nuestras tareas laborales cotidianas. Hablamos de que los modelos de IA serían parte de nuestros equipos de trabajo y de nuestras vidas diarias. La creación de contenido y trabajo colaborativo entre las personas sería más rápido, fácil e intuitivo. Por ejemplo, se podría crear contenido brindándole a Copilot la base de información, además, se le podría solicitar crear una presentación en Power Point con una determinada cantidad de diapositivas, entre otras tareas.
Además, GPT-4 podría integrarse al mundo automotriz, como en el caso de la empresa General Motors, quien comunicó que va a incorporar en sus vehículos la función de dicho chatbot, especializado en mantener conversaciones o diálogo. Con esta nueva funcionalidad, por ejemplo, los autos podrían contar con información relevante de su manual, lograr que el calendario se sincronice con el vehículo, adaptar y mejorar los comandos de voz del usuario, entre otras cuestiones. Algo a destacar, es que no sólo se espera que las personas incorporemos la inteligencia artificial sino que, además, se estima que las tecnologías aprendan y puedan integrar conocimientos del usuario, con su capacidad de autoaprendizaje y autoevaluación.
En cuanto a las empresas, y particularmente en el mundo del comercio, estas tecnologías se pueden aprovechar de variadas formas, como la automatización de procesos de documentación, la optimización de la logística y el análisis de datos para mejorar la toma de decisiones y los resultados, sugerir un producto a la persona correcta para agilizar el proceso de venta y hasta podrían en algún momento, elaborar contenido para publicidades. A su vez, según expertos se estima que para 2026 las IA intervengan al menos en el 10% de las transacciones de comercio electrónico.
En resumen, la tecnología, y entre ellas la inteligencia artificial, cambiarían la forma de ver y de hacer en el mundo del trabajo y el mundo cotidiano, lo que no podemos afirmar es en qué plazos de tiempo, cuáles serán las profesiones que primero se verán implicadas y de qué forma se integrarán. A su vez, debemos preguntarnos ¿cómo deberíamos readaptarnos? a medida que los avances tecnológicos ganen espacios Insistimos en que el desafío es no dejar de lado nuestro costado humano dentro del entorno digital.